Somos muy conscientes de las expectativas de nuestros antepasados de que aumentaremos las oportunidades para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, como ellos se han esforzado por hacer por nosotros. Con esto en mente, estamos intensamente enfocados en la creación y preservación del patrimonio familiar negro. Las predicciones nefastas sugieren que la riqueza mediana de los negros en los EE. UU. Llegará a CERO para el año 2053.

Hemos llegado demasiado lejos como pueblo para permitir que estas predicciones se materialicen. Aunque hemos logrado enormes ganancias con respecto a los ingresos, los ingresos no se traducen en riqueza sin
ahorro e inversión. Igualmente importante, la riqueza ganada con esfuerzo se ve disminuida cuando no la protegemos con las herramientas proporcionadas por la ley de sucesiones y fideicomisos. Si los activos se acumulan pensando en la próxima generación de una familia, un plan de sucesión debe ser una prioridad en sus planes financieros.

Se estima que más del 70% de los afroamericanos en este país no tienen un plan patrimonial de ningún tipo. De aquellos que han hecho alguna planificación patrimonial, con demasiada frecuencia los planes no
utilizar todas las protecciones que proporciona la ley, o son insuficientes para los tipos de activos que la persona ha adquirido durante su vida.

Un testamento por sí solo rara vez es suficiente para pasar intactos los activos a la siguiente generación. Esto es especialmente cierto cuando se trata de intereses comerciales.